Adagios al alba

La vida son ciclos, todo al final son ciclos.  Todo tiene su tiempo y su lugar y cuando ese ciclo acaba tenemos que soltar. Siempre nos quedarán los recuerdos pero no podemos aferrarnos a algo que ya no existe. Esta reflexión me vino de la manera más tonta, la verdad, y por supuesto, ahora os la voy a contar.

Exacto, no tengo ninguna duda. El mejor regalo eres tú. Sí, tú. Sí, Tú. Ese bichito pequeño que comparte conmigo todos los momentos posibles, que siempre está contenta, que siempre busca el mejor hueco sin importarle que estés incómoda, que con su respiración acompasada transmite toda la calma que existe, esa cosita que con solamente estar junto a ti ya es totalmente feliz. Sí, Tú. Esa persona que siempre estás dispuesta a escucharme, a apoyarme, a aconsejarme y a respetarme.

Buenos días y Feliz Año 2019. Para la primera entrada del año, quería escribir sobre una historia bonita, una de esas leyendas que hacen que el corazón siga vivo, de esas que nos gustaría que fuera realidad. Es una de las historias que hace que sigamos teniendo ilusión e incertidumbre al mismo tiempo y no nos haga perder la ilusión en las cosas que no podemos controlar. La leyenda a la que me refiero es: LA LEYENDA DEL HILO ROJO:  Los japoneses tienen la creencia de que las personas predestinadas a conocerse se encuentran unidas por un hilo rojo atado al meñique.